sábado, 3 de diciembre de 2011

Mi punto de vista de Crepúsculo , echo por mi. (CAPÍTULO 1))











Capitulo 1





El sol era radiante aquella mañana. Me tambaleé por la habitación , porque los nervios y el no creerme que el añorado sol apareciera...
Abrí la cortina. En efecto , unos pequeños pero amables rayos de sol me inpedian ver con claridad. Aun que ya lo había visto todo. Baje por las escaleras casi saltando , mi padre permanecía sentado con el periódico de la semana en las manos. Me paré para observarle.
-Papá , ¿vas a quedarte aquí encerrado con el buen día qué hace? - pregunté con el entrecejo cerrado. Alzó las cejas.
-No , pensaba ir de Pesca...
Asentí , me tomé el cuenco de cereales y salí rápidamente de casa , aprovechando el día.
El aparcamiento estaba vacío. Obviamente , la gente prefería deslomarse con mochilas de kilos viniendo un día soleado al instituto , aprovechando el sol , caminando. Suspiré cuando observé qué Mike Newton se acercaba sonriente , jubilan te , toda una amenaza para mi inseguridad. Me cubrí el rostro con los libros y le di la espalda. Pero sabía qué era en vano , el loco de Mike , agobiante , me obligó a darme la vuelta.
-Eh , ¡qué guapa qué estás hoy! - exclamó , parecía orgulloso por verme. No debía de azorarme la idea de que... -. ¡Cualquiera diría que uno de nosotros te ha robado el corazón!
...Estuviera enamorado , locamente , de mi. Agaché la mirada , contrariada.
-¿Ocurre algo?
Alcé la cabeza
-Oh , no. Solo qué...bueno , prefiero qué hoy no te sientes conmigo en biología...
Puso los ojos en blanco , desconcertado. Me mordí el labio y observé llegar a un Volvo plateado. Sabía perfectamente de quién se trataba. Una extraña pero vulnerable familia. O al menos para mí , qué nunca me habían causado problemas.
No me di cuenta , pero el sol se había marchado , dejándome un rostro impasible.
Los Cullen salieron del coche gráciles , como modelos.
Pero no podía decir lo mismo de Alice , la chica sonriente. Su sonrisa permanente y sus perfectos cabellos castaños , ambos centellantes , siempre lograban fascinarme. Pero sobretodo intrigarme. La rubia , Rosalie , era muy opuesta a Alice. Ella no sonreía , parecía enfadada , tensa , molesta...
me miró malamente y retiré la vista lo más rápido que pude. El corazón me latió deprisa y me olvidé de respirar. ''Madre mía...'' , pensé , acalorada de repente.
Caminé hacía la puerta principal , para ir a Biología. Alargué la mano para abrir la puerta , pero una mano pálida la sostuvo. Me volví , era Edward Cullen.
-Grácias – le agradecí con una forzada sonrisa. Me la devolvió y pasé por la puerta tambaleándome. Me sostuve sobre la columna del pasillo y resoplé. Escuché las musicales risitas de Cullen , qué se percató de lo torpe que era. Me ruboricé y entré en clase rápida y azorada.
Todos reían y tiraban bolitas de papel. Entre algunos bolígrafos , qué lógicamente yo misma los atraía , con mi estúpido imán de la torpeza y de toda la mala suerte. Me senté en el asiento continuo con Edward , que no dejaba de observarme , quedé congelada , no sabía si hipnotizada , pero inmóvil.
-Así que eres muy...torpe – murmuró , aun que sabía que yo lo escuchaba a la perfección. Un escalofrío me invadió cuando susurró.
-¿Y? - le resté importancia. Él se dio cuenta y se echó a reír.
-Me sorprende que le quites importancia – se puso serio - , ser torpe es tener muy mala suerte.
-¿Importa? - dije , me empezaba a sentir ofendida. Sacudió la cabeza , reprimió una sonrisa silenciosa y me miró de nuevo. Agité las manos , preparándome para el siguiente ataque.
-¿Intentas hacerte la fuerte?
Puse los ojos en blanco y sacudí la cabeza.
-No , ¿a qué te refieres?
Alzó las cejas
-Ser torpe no figura en algo lógico , y menos si tu das tu torpeza por aludida. Eso está mal.
Parpadeé , vaya , así qué yo disimulaba mi torpeza , me mordí el labio inferior.
-Yo no niego que sea estúpidamente torpe.
-¿Entonces...?
Suspiré , interrumpiéndole.
-Te he escuchado reírte de mi , no quería que hicieras lo propio ahora – entrecerró los ojos , estudiando mi rostro.
-Me he reído cuando te has tambaleado , el rostro...¿apagado?
Tragué saliva. Era muy listo , y además optimista. Asentí y hice un puchero silencioso.
-Supongo qué no puedo hacer nada contra ello , seré torpe toda mi vida.
Torció el labio inferior y hizo una mueca de dolor. Le estudié atentamente.
-No tiene por qué ser así.
-Oh , lo será... - gemí y ambos sonreímos de nuevo.
El profesor entró con varias muestras microscópicas y dio aviso de silencio.
Miré a Edward , que se puso tenso y abrió los ojos como platos cuando
olfateo.



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